La persona que padece una enfermedad terminal necesita una atención física y emocional adecuada a los cambios que se van produciendo a medida que la enfermedad avanza.
Mientras que la ciencia ha alcanzado un desarrollo farmacológico importante en el control del color y otros síntomas(náuseas, vómitos, confusión, disnea,etc.), no se a avanzado de la misma manera en el tratamiento de las necesidades emocionales de la persona que va a morir. Esta carencia es aún ,ayor cuando se trata de niños y adolescentes.
Acompañar, desde nuestra perspectiva”es saber estar con”.Es lograr que nuestra presencia junto a la persona gravemente enferma sea tranquilizadora. Aunque en el acto de acompañar la buena voluntad, el amor y el cariño son requisitos indispensables, se necesita algo más: deben aprenderse técnicas específicas para que el acompañamiento pueda ser efectivo y esperanzador para el paciente y su familia.
Nuestra filosofia tiene siempre presente el concepto de dolor total, es decir, las necesidades fisicas y psíquicas de la persona y su familia. Realizamos las intervenciones de apoyo desde el Acompañamiento Creativo®.
Las familias que esten cuidando a un familiar con enfermedad terminal o que hayan perdido a un ser querido, pueden obtener apoyo contactándonos.
El Acompañamiento Creativo® es una metodología creada por Ruben Bild y colaboradores y desarrollada en España y Argentina desde 1984, con especial énfasis en el cuidado de niños y adolescentes con enfermedades terminales. Esta metodologia aplica técnicas que articulan el pensamiento psicoanalítico, el psicodrama y el análisis transpersonal.
El Acompañamiento Creativo® puede ayudar a desbloquear los miedos, controlar la angustia y transformar la última etapa de la vida en un proceso en el que la persona tiene la oportunidad de hacer las paces consigo mismo y con los demás.
El enfermo adecuadamente acompañado puede despedirse de los seres queridos y convertir este recorrido en un gesto amoroso donde el significado y el sentido de la existencia se manifiestan espontáneamente. De esta forma el proceso de morir queda despojado de sus aspectos lúgubres y tenebrosos para ser vivido como una experiencia creativa.